Mi nave

Hoy me desperté muy pero muy cansada. Me levante, desayune y fuimos por mi triciclo. La primer vez que lo use, mis pies no podían mantenerse en los pedales, por lo cual estaba un poco nerviosa de no lograrlo esta vez. En esta ocasión, usamos las medias veladas de mi mami para agarrar mis pies a los pedales y funciono!. me sentía tan libre, tan independiente por primera vez durante esta enfermedad. Primero monte en mi nave en el parqueadero, ya que estaba lloviznando, pero cuando salio el sol fuimos a la calle. Estuvimos en la ciclovia y un señor que vendía frutas me regalo una mandarina, fue tan amable además que me dijo que yo ya estaba sana para Dios. Me encanta saludar a la gente y ver sus reacciones, ver como me devuelven el saludo y se ríen, es algo gratificante. Yendo devuelta a la casa mi nuevo amigo Carlos que tiene un puesto de aguacates me regalo uno! muy bonito de su parte.

Llegue rendida ya que generalmente hago bicicleta 20 minutos pero hoy hice 1 hora de cardio. Dormí y almorcé y fin.